Distracción en la lectura: perdiendo la concentración

Perdiendo el foco: El impacto de la distracción en la lectura y cómo superarlo

Las redes sociales e internet han cambiado la forma en que consumimos la información, incluidos los libros. Aunque ha traído muchos beneficios (ej. lecturas fáciles en cualquier lugar), es un desafío creciente, pues supone la disminución de la concentración de los lectores. En un mundo donde las pantallas de los móviles compiten constantemente por nuestra atención y las RRSS nos bombardean con notificaciones, la capacidad para mantener el foco en la lectura es cada vez más complicada. 

¿A ti también te pasa? No eres el único, todos nos enfrentamos a desafíos en esta era digital; desde un estudiante que lucha por mantenerse concentrado en sus libros de texto hasta un adulto que anhela leer sin distracciones. Por eso, queremos explorar en detalle el impacto de la distracción en la lectura y proporcionarte los mejores consejos para superarlo. Te advierto que no va a ser sencillo y necesitarás esforzarte cada día, pero la recompensa merece la pena. 

¡Acompáñanos en este viaje para comprender y superar la disminución de la concentración en la lectura!


La era digital y la disminución de la concentración de la población

Está claro que actualmente la tecnología ha cambiado la forma de interactuar con el mundo, sin dejar de lado nuestra relación con los libros. Ya no nos sentamos a leer y ponemos el foco únicamente en la página, haciendo volar nuestra imaginación. Sino que entremedias saltan notificaciones en nuestro móvil, nos llaman por teléfono o incluso paramos un rato entre capítulo y capítulo para ojear las redes o hacer una foto de nuestro momento lector. 

Según un artículo de Edutopia (Gazzaniga, 2018), el ambiente digitalizado en el que vivimos genera una constante fragmentación de la atención. Eso afecta significativamente a los estudiantes, que les cuesta mucho centrarse en el estudio. Además, otros como Psychology Today (Rosen, 2017), dicen que la fascinación por la multitarea en los últimos años, impulsada sobre todo por la tecnología, ha llevado a la destrucción paulatina de la atención y la concentración. Es el típico dicho de: nadie puede hacer dos cosas a la vez. Una verdad que hemos obviado demasiado tiempo. 

Hay muchos libros que hablan sobre esta irrupción digital y su impacto en nuestro cerebro. Así que, el impacto negativo que produce en nuestra capacidad de lectura profunda y reflexiva es real. Lo que no quita que la tecnología sea buena en nuestra vida y una herramienta buenísima en muchos hábitos. Pero debemos aprender a poner límites. 

Ante esto, a nosotros nos surgen muchas preguntas: ¿Leemos menos? ¿Comprendemos peor? Y lo más importante de todo, ¿cómo solucionamos este problema social? Sonríe porque hay esperanza. Lo veremos en los siguientes apartados. 


Los efectos de la falta de concentración en la lectura

Puede que te estés preguntando si realmente padeces de falta de concentración y se ha visto afectada tu calidad de experiencia con la lectura. Te lo ponemos fácil: si tienes algunos de estos síntomas puede que tú también estés bajo el influjo de esta disminución de la concentración lectora: 

  • Baja comprensión de la lectura. Te cuesta leer libros (incluso los más sencillos), necesitas releerlo muchas veces para entender qué te están diciendo y hay frases que no llegas a comprender. Así que, optas por no leer o ir al resumen fácil de internet para afrontar el examen en el instituto. 
  • Retener información clave. Se te olvida fácilmente por dónde ibas en la historia y no te acuerdas de hechos relevantes (ej. la muerte de un personaje, el conflicto de la trama). Tienes que echar un vistazo a las páginas anteriores para recordarlo. 
  • Seguir el hilo de la narración. ¿No puedes estar una hora focalizado en la lectura sin ninguna interrupción? Hay veces que nos llaman al timbre o por teléfono y eso está claro que no lo podemos evitar. Pero otra cuestión es que necesites mirar el móvil a cada rato y te despistes con facilidad, lo que al final implica que vayas perdiendo el hilo de la historia. 
  • No eres capaz de leer los mismos libros que antes. Este último punto es para los lectores más acostumbrados a la lectura, que les cuesta releer libros que leyeron porque notan una disminución de su entendimiento. Lo que antes era algo normal, que proporciona aprendizaje y entusiasmo, ahora se vuelve tedioso y complicado. 

Es importante que sepas qué te afecta personalmente para poder encontrar una solución efectiva. Examinaremos las fuentes de distracción más comunes y te ofreceremos estrategias para contrarrestar sus efectos. ¡Ánimo, lector!


Fuentes de distracción

En este punto no hace falta que te diga que estamos rodeados de fuentes constantes de distracción que compiten por nuestra atención. Piensa en todo lo que haces cada minuto de tu día y verás que la mayoría están relacionadas con el uso de la tecnología. 

La publicación de Psychology Today (Rosen, 2017) afirma que una de las principales es el móvil. Y no nos extraña, seguro que a ti tampoco, porque pasamos el día mirando aplicaciones, mensajes de texto, correos electrónicos o redes sociales. 

Las redes sociales son las más complicadas, pues son conocidas por absorber la atención de los usuarios. Su estrategia es que te quedes el máximo tiempo posible en la app, y, por supuesto, lo consiguen. Hay constantes actualizaciones de contenido, notificaciones y proyectan colores atrayentes que producen una sensación de bienestar constante. Pero los efectos se pueden mitigar y seguir disfrutando, por un lado, del contenido social y, por otro, de una lectura profunda. 


Estrategias para mantener la concentración

Venga va, ¡llegamos a lo importante! ¿Qué hacer para tener tu concentración intacta en este mundo hipertecnológico? Te vamos a proponer los 5 puntos que nos parecen más efectivos. 

  • 1. Crea un ambiente libre de distracciones

  • Es el mejor consejo de todos, necesitas un espacio tranquilo, sin interrupciones de ningún tipo. Evita tener la tele o la radio encendida, procura no usar música (sobre todo si te distraes con facilidad) o elegir una tranquila y ponerla bajita y, por supuesto, mantén alejado el móvil de tu vista (si lo ves, vas a tener la tentación de agarrarlo). Puedes bloquearlo durante ese tiempo para que no te entren llamadas ni mensajes. Si te ayudan otras cosas, como velas aromáticas, una manta caliente o un café, no dudes en hacerlo. 
  • 2. Establece un horario de lectura regular

  • Una de las frases más repetidas en estos tiempos es precisamente que no tenemos tiempo. Así que, vamos posponiendo la lectura hasta que nos quedamos sin horas en el día para dedicarle. Para que no te pase, te aconsejamos ponerte tu hora lectora diaria, especialmente los días entre semana. Elige el horario en el que estés más tranquilo y ponte en marcha. Si no estás acostumbrado a leer mucho, empieza por retos pequeños como 30 minutos y ve ampliándolo conforme vayas sintiéndote cómodo. Lo más óptimo es hacerlo al menos 1 hora al día para no perder el hábito.
  • 3. Mantente constante

    No vale que lo hagas el primer día y luego te olvides. Es normal que tengas días más o menos complicados, sobre todo los fines de semana que es cuando te apetece salir, quedar con amigos o hacer planes de viaje. Pero no te olvides de sacar tu huequito. Si un día te has saltado tu hora de lectura por algún motivo, haz el esfuerzo de leer un par de páginas antes de acostarte. No es mucho y eso hará que tu cerebro no se despegue de la lectura nunca. 

    4. Reduce el acceso a dispositivos electrónicos.

    Está bien usar el ebook o el ordenador para leer en algunas ocasiones, pero hacerlo de forma habitual puede hacer que tengas más distracciones o pierdas el interés por la lectura más rápidamente. Te aconsejamos que tus lecturas sean sobre todo en papel, además así proteges tu visión de las pantallas. Si no tienes mucho dinero, siempre puedes comprar libros de segunda mano. 

    5. Practica la lectura activa

    Si aún te cuesta concentrarte un rato largo en la lectura o pierdes el ritmo con facilidad, te aconsejamos comprometerte con el libro activamente. Eso supone subrayar (te recomendamos hacerlo con lápiz), tomar notas o incluso colocar algún texto extra en esa página (ej. un artículo de periódico o de revista). De ese modo, no te costará tanto mantener la atención e irás trabajando la concentración poco a poco. 

    Conclusiones y recomendaciones finales

    En un mundo cada vez más conectado, la lectura se ha vuelto un desafío importante. Las distracciones constantes han afectado a la calidad de la experiencia lectora y comprensión de textos, en particular los más complejos. Sin embargo, si eres consciente de ello y trabajas duro, puedes recuperar tu capacidad de concentración e incluso multiplicarla. 

    No te olvides que desde la Librería de Casa Drojan te recomendamos siempre crear el entorno más propicio para la lectura, elegir buenos títulos y explorar métodos de relajación que te sirvan. Si necesitas ayuda para escoger un libro y quieres contarnos tu caso, ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos. ¡Juntos, podemos!

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